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Directora del centro de psicología Positive Mental Training. Psicóloga General Sanitaria. Número de colegiado: AO12587
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ToggleLos Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) afectan a la manera en que una persona se relaciona con la comida y la imagen corporal. Estos trastornos pueden tener consecuencias graves para la salud física y mental de las personas que lo padecen, y en algunos casos pueden poner en peligro sus vidas
Los TCA afectan a personas de todas las edades y géneros aunque las mujeres son más propensas a manifestar este tipo de trastornos. Se estima que los TCA afectan alrededor del 10% de la población femenina en algún momento de sus vidas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de la anorexia nerviosa en la población general es del 1% y la de la bulimia nerviosa del 3%.
En este artículo hablaremos de los TCA más comunes como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón, así como de sus síntomas y el tratamiento específico.En general, el objetivo que persigue el tratamiento para este tipo de trastornos es restablecer un patrón de alimentación saludable, así como tratar las complicaciones físicas y psicológicas que se han desarrollado a raíz del TCA.
Desde nuestro centro, entendemos que los TCA son trastornos complejos que requieren una atención personalizada y continuada, por lo que trabajamos con las personas con el objetivo de desarrollar un plan de tratamiento a largo plazo. Nuestros servicios incluyen la evaluación y diagnóstico de los TCA así como el tratamiento personalizado que puede incluir la terapia individual y grupal, terapia nutricional y terapia familiar.
El tratamiento de los TCA en Positive Mental Training, se basa en la terapia cognitivo-conductual, ya que se ha demostrado efectiva en este tipo de trastornos. Además, contamos con un equipo de profesionales de la salud multidisciplinar, trabajando conjuntamente el área de psicología con el área de dietética y nutrición. De esta forma, nos aseguramos que las personas que solicitan nuestra ayuda reciban la atención adecuada que se adapte a sus necesidades específicas.
Nuestros profesionales trabajan con el objetivo de desarrollar un plan de tratamiento a largo plazo que se adapte a las necesidades individuales de cada persona. Por un lado, la terapia individual que ofrecemos ayuda a las personas a identificar y abordar sus pensamientos y comportamientos disfuncionales relacionados con este trastorno. Por otro lado, el tratamiento nutricional ayuda a las personas a desarrollar hábitos alimentarios más saludables y mejorar la relación con la comida.
Los TCA podríamos decir que son como una vía de escape, ante varias dificultades que la persona no ha sabido hacer frente o gestionar de forma eficaz y su malestar lo “pagan” con la comida, con el cuerpo y con el peso, buscando de esta manera encontrar alivio y sensación de control. La causa es multifactorial e interaccionan diferentes variables en su origen, desarrollo y mantenimiento, los TCA son trastornos psicológicos que a veces conllevan gran deterioro físico, de ahí la importancia y necesidad de que el tratamiento sea multidisciplinar e interdisciplinar.
El trastorno de pica es la ingestión persistente de sustancias no nutritivas, inapropiadas para el nivel de desarrollo del niño, que se da durante un período de por lo menos un mes. La sustancia típica ingerida suele variar con la edad, los niños pequeños suelen comer pintura, yeso, cuerdas, ropa, cabello, etc. Los niños de más edad suelen consumir arena, insectos, hojas y raramente los adolescentes y adultos ingieren tierra o estiércol. Generalmente el trastorno aparece en la infancia y se mantiene durante unos meses, raramente se mantiene en la adolescencia.
Síntomas
Puede ocasionar lesiones, infecciones parasitarias y obstrucciones intestinales. La pica puede ser considerada como un trastorno global asociado a un shock emocional, en tal caso no se cronifica y desaparece con el tiempo. Como parte de otro trastorno, como la esquizofrenia, trastorno de la personalidad, deficiencia media o severa etc. tratándose entonces de un síntoma que suele cronificarse y convertirse en un hábito más dentro del funcionamiento conductual del niño.
Hay teorías que apuntan a una conducta instintiva a causa de un déficit de vitaminas o minerales que sí contienen la sustancia ingerida. Suelen ser deficiencias en hierro o en calcio, cobre y zinc.
La característica esencial es la regurgitación y nuevas masticaciones repetidas de alimento que lleva a cabo un niño tras un período de funcionamiento normal y que dura al menos un mes. Los alimentos aparecen en la boca parcialmente digeridos y entonces son arrojados de ella o, más frecuentemente, masticados y vueltos a deglutir.
Síntomas
Una importante característica de la rumiación es que los síntomas no se deben a una enfermedad gastrointestinal ni a otra enfermedad médica asociada (como por ejemplo el reflujo esofágico) y que no aparecen exclusivamente en el transcurso de una anorexia o una bulimia nerviosas. Los niños que la padecen adoptan una postura característica: estiran y arquean la espalda con la cabeza colgando hacia atrás, producen movimientos de succión con la lengua y dan la impresión de experimentar satisfacción con tal actividad. Otras veces inician la rumiación metiéndose los dedos hacia la garganta o masticando objetos. Suele ir acompañada de conductas autoestimulantes como succión del dedo, balanceo etc. El trastorno es muy poco frecuente y es más típico en varones. Suele producirse en niños muy pequeños y en niños con retraso mental.
Se caracteriza por la alteración de la alimentación manifestada por la dificultad persistente para comer adecuadamente, con una incapacidad significativa para ganar peso o con pérdidas significativas de peso durante por lo menos un mes, con un inicio anterior a los 6 años.
Síntomas
Los niños que presentan este trastorno generalmente son irritables y difíciles de controlar durante las comidas. Puede aparecer apatía y retraimiento. La falta de alimentación provoca un retraso en el desarrollo y puede acrecentar la irritabilidad. No es un trastorno muy frecuente, pero requiere mucha atención médica, psicológica y nutricional, por las graves repercusiones que puede tener en la vida del niño. Se ha estimado que ocupa entre el 1-5% de los ingresos en hospitales pediátricos.
Se define como la restricción del consumo energético relativo a los requerimientos, que conlleva a un peso corporal marcadamente bajo. Es característico en este trastorno la existencia de un miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso incluso estando por debajo del peso normal y una alteración de la percepción del peso o la silueta corporales, exageración de su importancia en la autoevaluación o persistente negación del peligro que comporta el bajo peso corporal actual.
Es habitual que la alteración se inicie tras recibir una crítica directa o indirecta sobre la imagen corporal o a raíz de una pérdida de peso no intencionada (por ejemplo, fruto de alguna enfermedad común) que parece servir como estímulo para que los pacientes quieran mantener ese peso. A partir de aquí se suele empezar a restringir la ingesta en calidad y en cantidad. Suelen empezar eliminando alimentos que creen que tienen un excesivo contenido calórico y terminan limitando su dieta a unos pocos alimentos. Es habitual que no reconozcan esta restricción voluntaria y la justifican diciendo que los demás alimentos “no me gustan” o “me sientan mal”.
Una vez inmersa en el mundo de las dietas y con un peso “meta” claro, se plantea un margen de seguridad y adelgaza un poco más de lo previsto para evitar cualquier ganancia de peso que no estuviera en sus planes. Lograda esta pérdida de peso, siguen aún restringiendo más su ingesta diaria, aparecen rituales alimentarios y peculiares y estrategias diversas para eliminar o al menos distorsionar la sensación de hambre, como beber mucha agua o usar laxantes, anfetaminas o inducir el vómito tras las comidas.
El miedo a ganar peso o convertirse en obesos es desmesurado y lejos de reducirse a medida que se pierde peso, cada vez es más intenso. La alteración de la imagen corporal puede referirse al peso o a la forma de una parte concreta del cuerpo. El nivel de autoestima es intensamente dependiente de la forma y peso corporal y parecen incapaces de valorar otras cualidades.
Se especifican dos subtipos para este cuadro:
– Tipo restrictivo: en el que las estrategias utilizadas para perder peso son la dieta, el ayuno y el ejercicio físico intenso. No se recurre a atracones ni purgas y suele ir asociado a un estilo de personalidad con mayor perfeccionismo, rigidez, hiperresponsabilidad y sentimientos de ineficacia.
– Tipo compulsivo o purgativo: en el que las estrategias utilizadas para perder peso son los atracones y purgas, si bien es cierto que en estos casos a veces lo que el paciente considera un “atracón” se limita realmente a cantidades pequeñas de comida”. En este perfil es más habitual la historia familiar de obesidad, sobrepeso previo al trastorno, mayor impulsividad, episodios frecuentes de ánimo bajo, mayor labilidad emocional y mayor frecuencia de conductas adictivas.Se inicia típicamente entre los 14 y los 18 años.
Síntomas
Entre los síntomas físicos con más frecuencia aparecen la amenorrea en mujeres, estreñimiento, dolor abdominal, intolerancia al frío, hipotensión, bradicardia, lanugo, edema y diversos problemas metabólicos. Si la anorexia se produce antes de la menarquía, el deterioro en el desarrollo puberal puede ser irreversible. Suele ser consecuencia de un hipogonadismo hipogonadotrófico originado por una disfunción hipotalámica que da lugar a los ritmos circadianos inmaduros en la secreción de hormonas durante el episodio anoréxico.
Entre otros síntomas psicológicos que pueden acompañar al trastorno nos encontramos el estado de ánimo deprimido, irritabilidad, retraimiento social, insomnio y pérdida de interés por el sexo.
Trastorno de evitación/restricción de la ingesta de alimentos.
Es un trastorno alimentario que suele aparecer en niñ@s a partir de los 6 años, en el que, se evitan o restringen ciertos alimentos. Una de las principales diferencias con respecto a la anorexia, es que la persona no presenta alteración de la imagen corporal, aunque tienen hábitos restrictivos muy rígidos que les llevan a perder gran cantidad de peso. Evitan los alimentos que tienen cierto sabor, textura, color o alguna otra cualidad específica. Por ejemplo, pueden negarse a comer cualquier cosa verde o crujiente. Otros tienen un miedo extremo a vomitar o atragantarse que les impide comer. Y algunas personas con TERIA simplemente tienen muy poco interés en la comida. Es común que a los niños con diferentes tipos de TERIA solo les guste un conjunto muy limitado de alimentos.
El TERIA tiene una importante repercusión en la salud física y mental de quién lo padece.
Los niños con TERIA que no reciben tratamiento suelen seguir experimentando síntomas cuando son adultos, así que buscar tratamiento a tiempo puede marcar una gran diferencia.
Se caracteriza por atracones de comida seguido de conductas compensatorias inapropiadas como vómitos autoinducidos o ingesta de laxantes, ejercicio físico compulsivo y restricción alimentaria, con objeto de evitar la ganancia de peso. La bulimia puede llevar a la aparición de trastornos médicos importantes como la deshidratación, trastornos renales, cardiacos, problemas menstruales en el caso de la mujer, caries y problemas graves de encías…
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO
El objetivo del tratamiento de los TCA se basa en restaurar y/o normalizar el peso y el estado nutricional de la persona, es decir, restablecer una adecuada alimentación y hábitos saludables.
Tratar las complicaciones físicas derivadas de una alimentación inapropiada, es crucial para recuperarse por completo de los trastornos, ya que en algunos casos puede ponerse en juego la vida del individuo.
TRATAMIENTO NUTRICIONAL
En el centro Positive Mental Training, se realiza un trabajo multidisciplinar, donde a parte del trabajo psicológico entra en juego el papel del Dietista-Nutricionista que también forma una parte fundamental del equipo y del seguimiento de los pacientes con TCA.
¿Cómo es el tratamiento con el/la Nutricionista?
En la primera consulta se realiza una entrevista clínica y dietética seguida de una posterior evaluación del estado físico, en función del cual se propondrá el tipo de tratamiento. Es de vital importancia que desde el primer momento se establezca una relación de empatía-confianza, que el paciente no se sienta juzgado, y que se sienta ayudado y acompañado en un camino lleno de obstáculos. El profesional debe crear y mantener una relación sana con la alimentación, ya que muchas veces el paciente ve al nutricionista como un enemigo, el cual va hacer que su peso se modifique.
En Positive Mental Training Granada, ofrecemos servicios especializados para tratar problemas y trastornos de la conducta alimentaria que puedan interferir en el desarrollo personal, académico y social de las personas.
Contamos con un equipo de profesionales altamente cualificados, que podrán ayudarle y asesorarle.
Nuestra filosofía de trabajo propia garantiza la eficacia de nuestros tratamientos, convirtiéndonos en una gran fuente de apoyo.
No dudes en contactar con nosotros.